Y Sevilla en el recuerdo y Sevilla en el corazón y Sevilla en los labios.
En el recuerdo, porque parece que fue ayer cuando en mi niñez, cerca de ti en la distancia pero lejos en el tiempo, soñaba contigo.
Soñaba con tu sol radiante y soñaba con tu luz cegadora, y soñaba con la frescura de tus naranjos y soñaba con el olor de tus jazmines.
En el corazón, porque te sentía tan cerca de mi y era tal el amor que hacia ti despertó el que fue faro de mi vida, que tu nombre y tu imagen eran una misma cosa con mi ser.
Y en los labios... porque día a día te nombraba, bendecía una y mil veces tu nombre, y al hablar de ti se me encendía la voz y se llenaba de alegría mi alma y mi sentir.
Como dijo el gran poeta. Sevilla siempre en los labios... y así es Sevilla, siempre en los labios, y por ello y hasta en su mismo final siempre en la palabra y en el espíritu de este pregón.

Pregón de la Semana Santa de Sevilla 1988
D. Luis Rodríguez-Caso Dosal

domingo, 19 de agosto de 2012


                                                              UN SUEÑO ROCIERO


Despierto,  al fin despierto de un largo sueño de siete años en el que solo de pastora te veia, pero solo era un sueño, al fin despierto del sueño, dicen que los sueños que no se cuentan se terminan por hacer realidad,
no se si será cierto, pero este sueño mio al final se va a hacer realidad, ya te veo, te presiento virgen mia de
Pastora Divina de nuestras almas.
Siete años bien valen la pena para verte de nuevo de Pastora celestial, rodeada por los que te quieren, siete años que pasan,  siete años mas viejo,  siete  años con circunstancias distintas,  en siete años muchos se nos han  ido al lado  de la  virgen,  unos  en su tiempo,  otro algo  apresuradamente,  cuando la virgen vuelva de nuevo a la aldea que proclama su nombre le pediremos salud para poderla ver de nuevo de  Pastora dentro de otros siete años mas, entraré de nuevo en  un nuevo letargo en que solo despertaré al ponerme de nuevo ante ella cualquier día del año.
La  Virgen  pasará  aproximadamente  nueve  meses fuera  de  su santuario,  la encontraremos en su pueblo, Almonte, en la Parroquia de la Asunción, hacia alli encaminaremos nuestros pasos cada vez que queramos ir a verla, pasados estos meses, semanas antes de su anual romeria, la virgen volvera a su aldea, de Pastora de nuevo, atabiada para un nuevo camino de Fé y Esperanza para todos sus devotos.